Ana Laura Mercader, referente de H.I.J.O.S., expuso las consecuencias de las políticas del gobierno de Javier Milei en materia de derechos humanos
Mercader cargó contra el gobierno de Milei
A 30 años de la fundación de H.I.J.O.S. y tras los recortes en las políticas de Derechos Humanos anunciados por el Gobierno de Javier Milei, conversamos con Ana Laura Mercader, integrante de la organización e hija de desaparecidos. El impacto del actual gobierno, los paralelismos históricos y los desafíos que enfrenta una generación que sostiene la memoria como bandera.
¿Cómo recibieron las medidas de Milei en materia de Derechos Humanos?
En principio, por supuesto que con mucha preocupación por los avances de este Gobierno, que no solo es negacionista, sino que reivindica la dictadura cívico-militar y que, además, quiere generar un retroceso a nivel social, en donde volvamos a hablar de la teoría de los dos demonios, del negacionismo, de una manera en la que nosotros creemos que ya hay cosas que están saldadas.
Y, por otro lado, en estas cuestiones de poder, vemos que los poderosos que están en el gobierno como (Victoria) Villarruel, como (Agustín) Laje son todas personas con nombres que ya vienen de familias ligadas al poder dictatorial y a los poderes económicos que fueron aquellos que plantaron sus banderas durante la dictadura. Son esos mismos proyectos económicos de ajuste y de hambreamiento que vemos hoy, pero a través de otros métodos y maneras.
¿Con qué momento reciente de la historia se puede comparar esto que está pasando?
Hay un montón de similitudes con los ‘90, con un menemismo que también venía a dejar libres a los dictadores, a retroceder también en materia de justicia. Lo que vemos es eso: un retroceso en la justicia y en la verdad, en dos pilares fundamentales de la memoria, la verdad y la justicia.
Y utilizando la memoria como este lugar de retroceso, en cuanto a decir: "Esta no es la verdad completa, la verdad completa es también hablar de qué fue lo que hicieron los Montoneros, qué fue lo que hizo el ERP". Es el discurso que avala esa teoría de los dos demonios, cuando todos tenemos muy en claro, y con todo el trabajo que se hizo en términos de memoria, que esto fue un plan sistemático ejecutado desde el Estado, con todas las herramientas del Estado, para eliminar a toda una generación que luchaba y que tenía sueños de un mundo mejor y de un país más justo.
El Poder Judicial es independiente del Ejecutivo, pero ¿creés que todo este avance de este gobierno puede llegar a tener también un impacto en materia judicial?
Si bien somos un país que, en materia de justicia y de derechos humanos, hemos sido pioneros en muchas cosas y hemos sido modelo, los juicios siempre han sido muy lentos y han estado ralentizados porque el sistema judicial tiene un montón de gente dentro del poder que ha ralentizado, que no ha unificado las causas, que ha encontrado un montón de maneras de no llegar a cumplimentar los juicios de lesa humanidad.
En ese caso, nosotros creemos que sí hay un proceso que sigue en pie. Por supuesto que esto se ve afectado no solamente por lo que falta juzgar y por la verdad que falta descubrir, por saber dónde están todos los hermanos apropiados y dónde están los cuerpos de los desaparecidos. Hay un montón de genocidas que se han muerto sin decir cuál fue la verdad o que se han muerto sin ser juzgados. Y no solo es el retroceso de que las causas son lentas y se podrían haber unificado, sino también el hecho de ir a la cárcel con privilegios y no tener una condena firme.
¿Y cómo se hace para seguir toda esta lucha por la memoria, la verdad y la justicia sin el acompañamiento del Estado?
Con organización, estando en la calle. La salida es colectiva, es todos juntos. Los H.I.J.O.S, como organización, estamos buscando nuevas maneras en cuanto a planes de lucha. Así como en algún momento fue poder manifestar desde el escrache cuando no había justicia, hoy también estamos replanteándonos esto y viendo a ver cuáles son las estrategias que encontramos para seguir luchando. Pero, por supuesto, siempre teniendo en claro que no es bajando los brazos y que es siempre en colectivo.
Hay muchos compañeros y compañeras que se han formado en materia de Derechos Humanos, que trabajaron siempre en eso y que no es un curro. Está claro que todos los avances que hemos tenido durante estos años no han sido en vano, porque lo vemos en la búsqueda y restitución de nuestros hermanos.
¿Y cómo es el trabajo de esas personas hoy?
Hay muchas personas formadas para trabajar que están perdiendo sus trabajos, que están perdiendo su lugar, pero que no van a dejar de hacer lo que hacen y no van a dejar de luchar para poder seguir construyendo memoria. Porque un pueblo sin memoria es un pueblo que va perdiendo toda su potestad y toda esa libertad de la que tanto se llenan la boca hablando. Esta mentira de que la libertad realmente avanza con un gobierno fascista, de derecha, que lo único que quiere es que el país sea para los poderosos y para los que más tienen, y que el resto muera de hambre.
¿Cómo ven la Argentina hoy?
Vemos que la gente está cada vez más necesitada. No solo los jubilados, sino la gente que tiene problemas de salud, la gente que se está quedando sin laburo, la gente que no llega a fin de mes, la gente que tiene que sostener familias enteras y darle de comer, y no puede. Todo está muy relacionado. Es un plan sistemático de exterminio que tiene otras formas: no necesita ir a buscarte a tu casa y secuestrarte, porque ya lo hace reeducándote o adoctrinándote mediante redes sociales, medios de comunicación, plataformas de películas, etc.
H.I.J.O.S. cumplió 30 años. Decime un deseo que se te viene hoy para estos años que van a seguir.
El deseo es la continuidad de la lucha en las generaciones futuras, la continuidad de un pensamiento que no sea individualista y que nos convoque a todos a no deshumanizarnos y poder siempre pensar en los demás. El deseo de un lugar feliz es siempre con otros.