El Senado de la Nación discutirá el pliego del juez de la Corte Suprema Manuel García Mansilla, designado por decreto por el presidente Javier Milei. El jueves se reúne la comisión de Acuerdos, donde falta una firma para emitir el dictamen que permita el tratamiento en el recinto.
La telaraña en que se convirtió el Congreso Nacional en los últimos años tiene múltiples hilos, y depende de cuáles se vayan tocando, las vibraciones irán para un lado o hacia otro. Tal es así, que el larretismo podría ser un aliado del kirchnerismo, algo impensado algunos años atrás.
La comisión de Acuerdos es presidida por la única espada de Horacio Rodríguez Larreta en la Cámara Alta, Guadalupe Tagliaferri (PRO), quien firmó junto a Martín Lousteau (UCR) un dictamen de rechazo a la designación de García Mansilla. El proyecto necesita nueve firmas para avanzar y ser discutido en el recinto. Unión por la Patria puso las siete que tiene en dicha comisión.
Entonces... ¿están las nueve firmas en el Senado?
No, porque la misma Tagliaferri aduce que el sello del formoseño José Mayans no tiene validez, ya que el jefe de bloque de UP no estuvo presente en la audiencia preliminar de García Mansilla. Audiencia en la que el académico avisó que no asumiría en caso de una designación por decreto. No sólo terminó aceptando, sino que también le negó la entrada a Ariel Lijo, el otro decretado por Javier Milei. Telaraña aparte.
Según el reglamento del Senado, el faltazo de Mayans en esa audiencia no es impedimento para que estampe su firma en el dictamen, pero es algo que se da por uso y costumbres de la cámara. En UP afirman que es una jugada de la larretista para ganar tiempo, y que su compinche en este trote, Martín Lousteau, consiga más firmas radicales.
La UCR vuelve a tener la llave en el Senado
Si la oposición quiere discutir el pliego de García Mansilla, antes deberá abrir el recinto, para lo que se necesitan al menos 37 senadores sentados en sus bancas. Unión por la Patria cuenta 34, por lo que necesitaría apoyos de otros bloques para el quórum.
De esta manera, si se suman las presencias de Lousteau y Tagliaferri, el rechazo a García Mansilla quedaría a tiro de votación. Para aprobar el proyecto se necesita un tercio de la cámara, que UP reúne por sí mismo.
Así las cosas, el ex ministro de Economía buscará convencer a quienes aún no se pronunciaron en el caso de la Corte Suprema: sus correligionarios -y no tanto, por la interna que también vive la UCR- Carolina Losada, Maximiliano Abad y Mariana Juri. El comité nacional boina blanca, presidido por Lousteau, tendrá una reunión clave en los próximos días. Mientras tanto, la telaraña sigue vibrando al ritmo de La Libertad Avanza.