La problemática con el agua persiste desde hace varios años, y ahora los vecinos informaron que ABSA comenzó a repartir sachets además de los bidones
Hace más de 12 años que los vecinos del barrio de Villa Castells, en la zona norte de La Plata, no pueden acceder al agua potable debido a una contaminación en la napa freática. En los últimos días, resaltaron que ABSA comenzó a entregar sachets.
Esta medida se suma al reparto de bidones que la empresa realiza en la zona, desde hace ya seis años, por disposición de la Justicia, para garantizar el acceso a los frentistas. Los mismos se distribuyen en puntos de entrega ubicados en calle 15 y 501, y en 10 y 491, con un cupo diario de ocho litros por vivienda.
Desde ABSA no explicaron el motivo de esta nueva modalidad de entrega, aunque confirmaron que el reparto de bidones no se verá interrumpido ni reemplazado y también ratificaron los días de entrega, los cuales son los lunes, miércoles y viernes. Por último, los vecinos afirman que les prometieron una solución antes de fin de año para este problema que afecta a más de 30 mil vecinos.
Desde el 28 de febrero, un grupo de vecinos de La Plata sufre un desborde cloacal que les impide ingresar a sus viviendas sin ensuciarse. A este problema se suma la falta de presión de agua en el barrio, un combo que tiene a los damnificados agotados. Según detallaron, desde comienzos de año hasta ahora no recibieron respuestas por parte de ABSA.
El conflicto afecta a un PH ubicado en la calle 29 entre 68 y 69. Una vecina platense se comunicó con El Editor Platense para visibilizar el reclamo, una situación que, según expresó, “no da para más”. “El desborde fue constante, aunque por momentos disminuyó, pero ya llevamos cuatro meses así. Es una vergüenza, no se puede vivir de esta manera”, lamentó en diálogo con este medio.
Además de la cloaca desbordada, el barrio sufre baja presión de agua. Los vecinos hicieron numerosos reclamos a ABSA y también presentaron la denuncia ante la Defensoría Ciudadana, pero hasta el momento no obtuvieron respuestas. “Esta situación vulnera nuestro derecho a una vida digna y saludable”, concluyó la denunciante.