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Causa ANDIS: la Justicia vuelve a mirar hacia La Plata

Los investigadores consideran que la coincidencia de nombres en soportes diferentes, elaborados por personas que ocupaban roles distintos dentro del esquema que se investiga, amerita un análisis específico

4 de diciembre de 2025 - 12:30

La causa por presuntas coimas, desvío de fondos y maniobras irregulares en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó en los últimos días un nuevo movimiento que reavivó el interés sobre la ruta platense de los proveedores del organismo. Los investigadores consideran que la coincidencia de nombres en soportes diferentes, elaborados por personas que ocupaban roles distintos dentro del esquema que se investiga, amerita un análisis específico.

A dos semanas de la aparición del cuaderno secuestrado a Miguel Ángel Calvete —donde figuraba una anotación que incluía a Farmacia Caruso S.C.S.— y a una semana del hallazgo de una hoja manuscrita en el celular del funcionario imputado Daniel María Garbellini —donde también aparecía el nombre de Caruso junto a otras droguerías—, la Justicia federal comenzó a cruzar ambos registros para determinar si existe una relación entre esas menciones.

De un cuaderno a una foto de WhatsApp: dos documentos bajo peritaje

La primera referencia fue informada hace dos semanas, cuando se reveló que en una libreta incautada a Calvete, sindicado como articulador del presunto circuito de pagos dentro de la ANDIS, aparecía escrito “Farmacia Caruso S.C.S.” junto a un monto preciso: $138.498.378,48. Ese cuaderno, encontrado durante uno de los allanamientos ordenados en Comodoro Py, contenía además una lista de firmas acompañadas por porcentajes del 10%, 30% o 70%, un patrón que los investigadores asociados al fiscal Franco Picardi señalaban como consistente con el esquema de retornos que motivó originalmente la causa, especialmente en torno al programa PACBI destinado a personas con enfermedades poco frecuentes.

farmacia-caruso

Caruso es una farmacia con larga trayectoria en La Plata y forma parte de un conglomerado que incluye a otras bocas conocidas de la ciudad: Zorich, La Inglesa, La Doce y la marca Bienestar. La empresa está dirigida por Ricardo Daniel Mashud y Hugo Federico Giacobbe y hasta la aparición del cuaderno nunca había sido mencionada en una causa penal de esta magnitud. Por eso, los investigadores aclararon desde el primer momento que la anotación no constituyó una acusación en sí misma, sino un dato que debía ser verificado: el objetivo era saber “por qué estaba escrita ahí”.

La segunda referencia surgió una semana después, cuando se conoció la existencia de una nota manuscrita hallada en el celular de Daniel María Garbellini, funcionario imputado en la misma causa. El archivo fue detectado en un chat que el propio Garbellini mantenía consigo mismo en WhatsApp: el 13 de junio de 2024 se había enviado una fotografía de un pequeño recorte de papel con siete proveedores listados y breves indicaciones al lado. Entre ellos aparecían, nuevamente, Farmacia Caruso S.C.S. y la sigla MG, que los investigadores asocian con MG Banderitas, una firma vinculada a los mencionados Ricardo Daniel Mashud y Hugo Federico Giacobbe.

Esa hoja contenía frases sintéticas como “No pagar” o “Fraccionar los pagos de a poco”, sin explicaciones adicionales. Su origen, autoría y finalidad todavía deben establecerse mediante peritajes.

Por qué la Justicia volvió a mirar a La Plata

La simultaneidad de las menciones, sumada al contexto de ambas anotaciones, motivó que el juez Sebastián Casanello ordenara un estudio conjunto de los materiales. En particular, el magistrado pidió determinar:

  • Quién escribió cada documento,

  • En qué contexto fueron confeccionados,

  • Por qué los mismos proveedores aparecen en dos soportes distintos,

  • Y si existió algún tipo de intercambio, negociación o fricción que explicara esas coincidencias.

Los investigadores destacaron que el cruce temporal también es relevante. La foto enviada por Garbellini a su propio chat de WhatsApp el 13 de junio coincide con comunicaciones del mismo día en las que el entonces secretario de Salud, Pablo Atchabahian, ordenaba detener pagos a la droguería Dhiemo, una empresa que también viene siendo evaluada en el expediente. Esta correspondencia no constituye una confirmación de relación directa, pero sí una pista que requiere análisis adicional.

caruso- Manuscrito

Un expediente que crece mientras se profundizan los cruces

El expediente ANDIS continúa incorporando evidencia mediante pericias sobre teléfonos, papeles secuestrados, chats y documentos administrativos que reflejan decisiones de pago dentro del organismo. En el caso de Calvete, los papeles secuestrados —cuadernos, audios, mensajes y anotaciones— alimentan la hipótesis de que actuaba como nexo entre funcionarios, proveedores y operadores externos que no tenían cargos formales.

La Justicia evalúa ahora si los dos documentos que mencionan a Farmacia Caruso responden a una misma lógica o si representan líneas de acción diferentes dentro de una estructura más amplia. Las fuentes insisten en que la etapa es preliminar y que la aparición de nombres en papeles no implica necesariamente responsabilidades penales. Sin embargo, los investigadores reconocen que el cruce de ambos registros podría revelar patrones sobre cómo se organizaban las decisiones de pago, las demoras, los fraccionamientos y las órdenes informales dentro de la ANDIS.

Aunque no hay imputaciones nuevas ni conclusiones firmes, en tribunales admiten que esta convergencia de documentos podría aportar información relevante para reconstruir el funcionamiento interno del esquema investigado. Y, sobre todo, para determinar si las coincidencias son producto del azar documental o si representan un indicio de cómo operaba la red que, según la hipótesis fiscal, integraban Calvete, su hija Ornella y diversos actores de la estructura administrativa de la ANDIS.

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