La pista platense en la causa ANDIS: investigan a farmacia Caruso
El nombre surgió en una libreta secuestrada a Miguel Ángel Calvete, señalado como operador central del presunto esquema de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad
20 de noviembre de 2025 - 12:20
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Farmacia Caruso, ubicada en el centro de La Plata
La causa por presuntas coimas y desvío de fondos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ya había sacudido al Gobierno nacional, pero en los últimos días sumó un dato inesperado en La Plata. En uno de los cuadernos secuestrados durante los allanamientos a Miguel Ángel Calvete, sindicado como articulador del circuito de pagos, apareció anotada Farmacia Caruso Sociedad en Comandita Simple (S.C.S.) junto a una cifra millonaria de $138.498.378,48.
Además, la lista está dividida por porcentajes. Cada empresa tiene escrita con lapicera 10%, 30% o 70%. La referencia prendió una alarma en los tribunales de Comodoro Py, donde ahora buscan establecer de qué modo ese nombre terminó integrado a la lista que también incluía a empresas bajo investigación directa.
Caruso es una farmacia histórica de La Plata, parte de un grupo que también opera otras conocidas bocas de expendio, como Farmacia Zorich, La Inglesa y La Doce. También tiene la marca Bienestar, dedicada al rubro cosmético y de perfumería. Está dirigida actualmente por Ricardo Mashud y Federico Giacobbe. En la región nunca había sido vinculada a causas penales de esta magnitud. Por eso, para los investigadores, el hallazgo amerita ser verificado con cuidado. No se trata de una imputación, sino de una línea de indagación que debe ser aclarada. “Queremos saber por qué estaba escrita ahí”, explican fuentes judiciales a El Editor Platense.
Diego Spagnuolo
La libreta fue secuestrada en uno de los operativos en los que también se encontraron papeles, audios y chats que —según el fiscal Franco Picardi— exponen el rol de Calvete como nexo entre funcionarios, proveedores y operadores sin cargo formal dentro de la ANDIS. En esos apuntes aparecen menciones a firmas como Suizo Argentina, una de las empresas que motivó el inicio de la investigación por sobreprecios y presuntos retornos en la compra de medicamentos del programa PACBI, destinado a pacientes con enfermedades poco frecuentes.
La pista platense se incorpora en un contexto más amplio donde la Justicia intenta reconstruir cómo circulaba el dinero, quiénes aportaban y quiénes recibían, y si existió un circuito paralelo de recaudación que funcionó durante meses dentro y fuera del organismo. La hipótesis central apunta a que Calvete coordinaba pagos, negociaciones y contactos con proveedores, y que parte de ese dinero habría sido canalizado a través de terceros.
Una de las ramificaciones que sigue el fiscal Picardi involucra a Alan Pocoví, sobrino de Zulemita Menem, otro de los investigados. Según la línea que analizan los investigadores, Calvete habría enviado dinero a este operador, que a su vez lo habría invertido en criptomonedas vinculadas a la financiera Sur Finanzas, una firma de Adrogué cuyo dueño, Ariel Vallejos, mantiene vínculos con Hugo “Chiqui” Tapia. La financiera fue allanada hace pocos días, en un procedimiento que, según fuentes de la causa, tuvo carácter “exploratorio”, ya que no permite sacar conclusiones, pero sí abre un nuevo rastro sobre el destino de los fondos.
La aparición de la farmacia platense ocurre en paralelo a las revelaciones más fuertes que ya sacudieron a la causa, como los USD 700.000 hallados en el departamento de Ornella Calvete, hija del operador; los chats entre ambos sobre cómo justificar dinero en efectivo; y la batería de pruebas que comprometen al exdirector de la ANDIS, Diego Spagnuolo, acusado de recibir fondos indebidos, utilizar intermediarios para manejar efectivo y realizar reformas en su casa sin respaldo patrimonial.
ANDIS-Discapacidad
Spagnuolo también quedó bajo la mira por el hallazgo de una máquina de contar billetes en su domicilio, las visitas frecuentes a la vivienda de Calvete —incluyendo una con mochila— y la existencia de 82 mil dólares y casi 3 mil euros en una caja de seguridad no declarada. A eso se suma la manipulación de su teléfono, que fue entregado con contenido borrado.
En paralelo, los cuadernos, anotaciones en la heladera de Calvete (“pagar de a poco a tal y tal”) y los mensajes con su segundo, Daniel Garbellini, consolidaron la sospecha de que existía un circuito aceitado de pagos vinculados a contrataciones direccionadas hacia empresas como Profarma, Génesis, New Farma y Floresta.
Farmacia Caruso, en la mira
En ese contexto aparece el nombre de Farmacia Caruso. Hasta ahora no hay indicios de transferencias, llamadas o contactos que la vinculen con la red investigada. El dato —insisten en los tribunales— es una mención que debe ser explicada. La Justicia busca saber por qué aparece junto a droguerías sospechadas, quién escribió ese monto y qué significado tenía dentro del entramado que se intenta descifrar.
farmacia-caruso
Por ahora, la investigación avanza con nuevas medidas de prueba, como pedidos de informes a bancos, análisis de comunicaciones, peritajes sobre los cuadernos y cruces de datos con proveedores históricos del programa PACBI. En La Plata, mientras tanto, el nombre de la farmacia quedó bajo la lupa judicial.
El juez Sebastián Casanello espera los resultados de estos procedimientos para determinar si la mención es un simple error, una nota personal sin relevancia penal o el indicio de un vínculo que todavía no fue identificado. La respuesta, coinciden en los tribunales, recién empezará a perfilarse cuando se pueda reconstruir cómo se movió cada peso dentro del circuito que hoy tiene al Gobierno en el centro de su mayor escándalo de corrupción.