La Legislatura bonaerense aprobó este jueves una ley que prohíbe el uso libre de celulares y dispositivos electrónicos en las aulas de las escuelas primarias de toda la Provincia. La norma, que ahora espera ser promulgada -o no- por el gobernador Axel Kicillof, busca “proteger la atención de los estudiantes y promover un uso responsable de la tecnología desde la infancia”.
El proyecto original fue presentado en marzo de este año, y finalmente obtuvo luz verde en Diputados tras haber sido aprobado en el Senado. La iniciativa unificó propuestas del camporista Emmanuel González Santalla y de la radical Lorena Mandagarán, en un raro cruce entre La Cámpora y la UCR-Cambio Federal.
Según los fundamentos, el 54% de los alumnos reconoce que se distrae durante la jornada escolar, mientras que los resultados del Operativo Aprender 2024 muestran que más de la mitad de los estudiantes está por debajo del nivel básico en Matemática. Con esos datos en mano, los legisladores apuraron la sanción.
“El avance de la tecnología es muy grande, para la educación en pandemia fue útil, pero es difícil medir los resultados”, afirmó Santana en sus redes y citó un informe de la UNESCO que advierte sobre efectos negativos en el desarrollo infantil por el uso excesivo de pantallas.
En declaraciones radiales, el legislador remarcó que hay cuestiones positivas, como la accesibilidad para personas con discapacidad; pero también hay negativas como por ejemplo el reemplazo del juego con pares por el entretenimiento online. También mencionó trastornos auditivos, visuales, de postura, estrés, ansiedad y dificultades de aprendizaje, todos vinculados al uso excesivo de dispositivos digitales.
Qué dice la ley y el impacto en la Provincia
El artículo 3 de la flamante ley establece que los alumnos de nivel primario, tanto en escuelas públicas como privadas, solo podrán usar celulares o dispositivos digitales con fines pedagógicos y siempre bajo autorización explícita del docente.
Además, el texto prevé campañas de concientización en escuelas y centros de salud sobre el impacto de las pantallas en la infancia. Todo apunta a una reglamentación que también bajará línea en materia de formación docente.
Aunque la ley ya fue sancionada, su promulgación abrió un nuevo capítulo en la interna oficialista. El director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, se mostró en reiteradas oportunidades contra medidas similares aplicadas en CABA, asegurando que las restricciones rígidas “pueden ser contraproducentes”.
“En 2006 tuvimos una norma parecida en la Provincia y no funcionó”, advirtió Sileoni en su momento. El historial abre la incógnita respecto a su promulgación. El gobernador tiene 180 días para promulgar o vetar la norma.