Bajo una violencia extrema, delincuentes atacaron a una mujer de 71 años en su casa de 3 entre 38 y 39. También la quemaron con agua hirviendo y se fugaron
La inseguridad en La Plata se agrava todos los días y mete mucho miedo. Tal como viene informando El Editor Platense, son incontables los robos que diariamente son denunciados en nuestra ciudad, y lo peor, con una escalada de violencia que se advierte peligrosa y pone en juego la vida de quienes lo sufren en carne propia.
Y el más reciente de estos casos tuvo lugar en las últimas horas en una vivienda de Barrio Norte en el que una abogada de 71 años fue víctima de un desalmado y salvaje asalto en el que de milagro, no terminó en tragedia. Según trascendió, la mujer -identificada con las iniciales M.M.L.- fue sorprendida mientras dormía.
La denunciante indicó que todo ocurrió el lunes cuando, de un momento a otro, se despertó por fuertes ruidos que provenían desde afuera de su casa. Sin embargo, cuando intentó averiguar qué era lo que pasaba, fue sorprendida por la presencia de tres sujetos vestidos de negro en el interior de su habitación.
La víctima, de profesión abogada, sostuvo ante las autoridades que tras el ingreso de los ladrones a su casa, todo se convirtió en una verdadera pesadilla. Al grito de "queremos la plata, danos la plata", los implicados amedrentaron a la damnificada.
La respuesta negativa de la víctima ante el pedido de plata alteró más los ánimos de los delincuentes: la empezaron a zamarrear, la llevaron por toda la casa y amenazaron con matarla.
No obstante, la advertencia no quedó solo en palabras, sino que intentaron asfixiarla con las manos sobre la nariz y su boca, mientras que después le tiraron agua caliente en una de sus manos. Todo por el presunto dinero que buscaban.
Tras varios minutos, los delincuentes decidieron retirarse del domicilio. Se robaron el auto de la mujer, entre otros varios elementos de valor y plata en efectivo.
Por estas horas la Policía intenta esclarecer los hechos y dar con los implicados. Por su parte la víctima, pese a lo sufrido, se recupera favorablemente.