La contadora platense Natalia Foresio declaró por primera vez ante el juez Ernesto Kreplak en los Tribunales de 8 y 51, en el marco de la investigación federal por una red de facturación apócrifa y evasión millonaria que la tiene como principal imputada y, tal como lo hizo en un descargo previo, se desligó de todo lo que se la acusa.
Foresio, presa en Ezeiza, estuvo cara a cara con el magistrado y, según pudo saber El Editor Platense, negó haber cometido delitos en su rol profesional. Además cargó contra su exempleada Carolina Bucchino, a quien denunció en el 2020 por haber accedido sin su autorización a sus claves fiscales y desde allí haber emitido facturas falsas hacia sociedades vinculadas a su entorno familiar.
En este sentido Foresio pidió "que se preste preferente atención a la denuncia que ella formuló contra Carolina Bucchino con anterioridad a esta investigación". Cabe mencionar que esa denuncia que formuló la contadora derivó en un expediente provincial que luego fue absorbido por la Justicia Federal, y se transformó en uno de los núcleos de la causa actual. “Dejó en claro que quiere defenderse, no esconderse”, sostuvo la defensa de Foresio que está compuesta por los abogados Alfredo Gascón y Miguel Molina.
La "jugada" que intenta instalar la contadora imputada -al menos con su presentación- es que insiste que "fue víctima de una maniobra a sus espaldas, ejecutada por alguien en quien había depositado total confianza (en referencia a Bucchino)". Incluso reveló tener en su poder videos y audios que confirmarían que Bucchino emitió una gran cantidad de comprobantes apócrifos a favor de contribuyentes.
En este escenario, la contadora aclaró que ejerce desde hace 20 años y que su trabajo se ha centrado en asesoramiento tributario, laboral y societario. "No tenía conocimiento de finalidades ilícitas. Nunca administró ni gestionó sociedades", expuso. Este fue nuevamente su relato, aunque se espera que más conexiones involucre a "pesos pesados".
El mapa de poder alrededor de la causa Foresio
Tal como informó en exclusiva El Editor Platense, varios de los procesados que figuran en el listado de empresas vinculadas al móvil de facturación trucha, tienen vínculo directo con Garro por maniobras que avanzaron por sus estrechos contactos con la gestión municipal anterior. El apellido en cuestión -incluso- se repite varias veces en el entramado de sociedades que figuran en el proceso contra Foresio.
Uno de estos nombres o el principal apuntado por la Justicia -como adelantó este medio- es José María Spinelli, involucrado de lleno en operaciones realizadas sin licitaciones públicas. Spinelli es una persona que mantuvo un lazo de amistad muy importante con Julio Garro (nunca lo escondió y siempre se mostraron juntos en redes sociales, compartiendo desde fiestas hasta cenas familiares) y que fue duramente apuntado bajo la gestión debido a que se adjudicó las concesiones gastronómicas más importantes de la ciudad a través de dos empresas: Grupo Gajof SA y Segast SA.
No fueron las únicas compañías favorecidas bajo la gestión amarilla que está implicada en la causa Foresio. BAKIM S.R.L, una empresa polirubro, también fue privilegiada por Garro en reiteradas oportunidades para proveer de alimentos a diferentes áreas del municipio platense. La misma es propiedad de su íntimo amigo José María Spinelli quien se adjudicó las concesiones gastronómicas más importantes de la ciudad, incluyendo la Terminal de Ómnibus, el Pasaje Dardo Rocha, el Centro Cultural Islas Malvinas y la República de los Niños sin licitación.
La semana pasada, luego de mostrar el vínculo de Spinelli y dos de sus socios: Juan Manuel Formino-quien además es dueño de Gastrober, otra de las compañías investigadas en la causa- y Joaquín Nicolás Hoz (primo de Spinelli), quienes se desempeñaban como gerentes de Bakim S.R.L, los tres fueron llamados a declarar, momento en el cual decidieron guardar silencio.
Pero esto no es todo, esta redacción pudo evidenciar que la creación de empresas fantasmas, o polirrubros para acceder a diferentes beneficios dentro de la Comuna, fue una operación frecuente por parte del triángulo Garro- Spinelli- Foresio que involucra un listado amplio de familiares que funcionaban como testaferros y que hoy están bajo la lupa de la Justicia.