Decenas de personas que compraron departamentos en pozo denuncian que quedaron atrapadas en una trama de obras paralizadas y una falta de respuesta por parte de la empresa responsable, ABES Desarrolladora. Los inmuebles, distribuidos en distintos barrios de La Plata, se encuentran hoy detenidos, sin señales de reactivación, y con compradores que temen haber sido víctimas de una estafa millonaria.
El escenario no se limita a un emprendimiento aislado, hay al menos doce proyectos frenados, algunos con avances del 40%, otros casi concluidos, todos con obras vacías y sin operarios. Los edificios abandonados salpican zonas como calle 11 entre 59 y 60, 55 entre 4 y 5, 59 entre 10 y 11, 54 entre 4 y 5, 16 entre 54 y 55, 2 entre 56 y 57, 58 entre 11 y 12, 55 entre 1 y 2, 60 entre 3 y 4, (todos en La Plata) y hasta emprendimientos ambiciosos como el hotel en 56 entre 1 y 2 o la puesta en valor del histórico Teatro Princesa. Todos ellos exhiben el mismo patrón: obras detenidas sin explicación, con candados en los accesos y sin información visible para quienes invirtieron.
Asimismo, los compradores aseguran que desde hace meses intentan obtener respuestas, sin éxito. Quienes intentaron comunicarse aseveran que recibieron evasivas, promesas de reuniones que nunca se concretaron o directamente ningún tipo de contacto. En algunos casos, los argumentos iniciales apuntaban a demoras en la conexión de servicios como la energía eléctrica, pero luego cesó toda comunicación.
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El hotel de ABES, ubicado a metros de la cancha de Estudiantes
“Compré un departamento con cochera en el edificio de 55 entre 4 y 5, que debía entregarse en julio. Primero dijeron que había demoras con Edelap, pero después cerraron todo y pusieron candados. Hoy la obra está parada. Ya no hay nadie trabajando”, contó una de las damnificadas. En su testimonio, se percibe la incertidumbre y la frustración: “Todos nuestros ahorros están ahí. Hay familias detrás de esto, hay chicos, hay gente mayor”.
La misma situación se repite en otros desarrollos. Otra compradora, también involucrada en el mismo edificio, dijo haber pagado casi la totalidad del valor del departamento, con fecha de entrega para fines de septiembre. Nunca le ofrecieron un recorrido por la obra, y cuando pidió explicaciones le respondieron que estaba por realizarse una reunión con la empresa, pero nunca fue convocada.
Con el correr de las semanas, comenzaron a organizarse entre los damnificados. Algunos crearon grupos de contacto para reunir pruebas, otros empezaron a consultar abogados. Entre las alternativas que evalúan se encuentra una presentación judicial colectiva. Pero saben que los tiempos legales son largos, costosos y que las posibilidades de recuperar el dinero pueden ser inciertas.
Los proyectos de ABES que están paralizados
Lo que más inquieta a muchos de ellos es la aparente falta de control o seguimiento por parte de organismos estatales. “La empresa dejó de contestar y desapareció. Nos sentimos completamente solos”, contó otro afectado. El miedo más fuerte es que los desarrolladores abandonen los emprendimientos de manera definitiva y no se pueda rastrear su responsabilidad legal.
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ABES Thymos, ubicado en la zona de 16 y 55
Cabe mencionar que ABES Desarrolladora es gestionada por Diego Lacki y Macarena Núñez, quienes son socios. Asimismo, uno de los principales inversiones de la firma es Jorge Reina, empresario de La Plata que fue ex jugador y dirigente de Gimnasia y Esgrima.
Entre los proyectos más avanzados se encuentran complejos con nombres como Vita, Dezzeo, Lucero, Thymos, Cromo, Cross, Lumiere, Marath, Wayra y Distrito Benoit. La variedad de ubicaciones muestra que no se trata de una falla puntual, sino de un patrón. En algunos casos, se habían firmado contratos de fideicomiso con cláusulas de entrega estipuladas y penalidades por demora. Sin embargo, no hay señales de que la empresa tenga intenciones de reactivar los trabajos o renegociar con los compradores.
Una de las damnificadas recordó que, en plena negociación, le presentaron renders, planos aprobados y fechas precisas de entrega. “Todo parecía en regla. Nos mostraban avances en las redes sociales, nos aseguraban que todo estaba controlado. Nunca imaginamos que esto podía pasar”.
La respuesta de ABES
Por su parte, la empresa lanzó el siguiente comunicado al ser consultados por El Editor Platense: “En relación a la nota publicada por un medio periodístico local el dia 6 de octubre de 2025, desde ABES Desarrolladora de Negocios S.R.L. deseamos manifestar lo siguiente":
Afirmaron que la empresa ABES desmiente la información difundida y que no enfrenta acciones judiciales ni participa en maniobras irregulares relacionadas con sus desarrollos inmobiliarios. ABES aseveró que mantiene una comunicación directa y transparente con sus inversores, realizando reuniones informativas y atendiendo todas las consultas de clientes y fiduciantes.
Además, aseguraron que actualmente se están evaluando soluciones técnicas y financieras para retomar el ritmo habitual de las obras, algunas de las cuales se vieron pausadas por el fuerte incremento en los costos de construcción.
ABES-Edificio
ABES Dezzeo, en 55 entre 4 y 5
A la espera de lo que suceda con ABES Desarrolladora
Mientras tanto, el estado de las obras expone otro riesgo: el deterioro de estructuras a medio construir, el ingreso de intrusos, la exposición a accidentes y la pérdida de materiales. En algunas zonas, los vecinos ya comenzaron a expresar su preocupación por el impacto urbano de estos esqueletos abandonados, que suman desvalorización, inseguridad y desconfianza en el sector inmobiliario.
Algunos inversores comenzaron a investigar los antecedentes de la empresa, y aunque en el pasado había entregado desarrollos con relativo éxito, en los últimos meses comenzaron a acumularse las quejas. "Hace más de un año notamos los primeros retrasos. Después empezaron con excusas: que faltaba tal servicio, que esperaban una aprobación. Pero desde hace meses ya no hay nadie. Ni obreros, ni carteles, nada", dijo otro damnificado.
En redes sociales y foros inmobiliarios comenzaron a circular advertencias, pedidos de ayuda y consultas sobre pasos legales. Varios inversores señalaron que aún mantienen la esperanza de que las obras se reactiven, pero la falta de comunicación los hace suponer lo peor.
El drama en La Plata no es solo inmobiliario, es humano. Son personas que planificaron su vida alrededor de una promesa; familias que vendieron sus casas, jubilados que pusieron sus ahorros o jóvenes profesionales que ya empezaron a cobrar sus cuotas por créditos sobre inmuebles inexistentes. Todos atrapados en una misma pesadilla: un cartel con renders atractivos, una obra detenida y ninguna respuesta.