El titular del Partido Justicialista (PJ) bonaerense, Máximo Kirchner, no descartó reemplazar a Cristina Kirchner, inhabilitada para ejercer cargos públicos tras la condena por la Causa Vialidad, como candidato en la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires y aseguró que está "siempre preparado para asumir los cargos que haya".
Al respecto, agregó, sin dejar en claro quién se presentará, que hay otros integrantes del PJ que "pueden llevar adelante esa misma candidatura igual o mejor" y que lo importante es que sea alguien "con una firme convicción de lo que es representar los intereses de la mayoría, eso significa poner límites a los sectores de poder".
"Todos tenemos el rol que nos asigna el tiempo y el momento. No soy amigo del protagonismo excesivo", dijo tras ser consultado por las últimas entrevistas que dio y remarcó: "Tenemos claro qué queremos: la construcción de un proyecto para que nuestro país vuelva a estar en la senda del crecimiento y el desarrollo".
En ese sentido, analizó que las elecciones de este año serán "complejas", teniendo en cuenta la baja participación que hubo en los comicios en las distintas provincias donde ya se votó este año.
"Hay que tomar nota de la creciente insatisfacción democrática respecto a la representación. Cuando uno va a una unidad básica y dice que va a hacer tal cosa la tiene que cumplir, no hay que buscar el aplauso fácil. Hay que hacerse cargo de la palabra", enfatizó.
Máximo Kirchner, lejos de Axel Kicillof
Más allá de las palabras de Cristina Kirchner que arengó por una unidad al ritmo de "vamos a volver", la grieta no se cierra entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner. Más bien todo lo contrario. Ayer la columnas de La Cámpora y del Movimiento Derecho al Futuro subsistieron sin rosarse por la distribución que se dieron en la previa del acto de Plaza de Mayo.
En el kicillofismo reconocen que será vital la “parada” electoral de medio término y la elección del 7 de septiembre que quedó desdoblada por iniciativa de Kicillof. Pero que miran más allá, al 2027 y que esa instancia, en parte, abonó a la creación del espacio propio. Reconocen también que es incierto lo que pueda llegar a pasar de acá a dos años, sobre todo con la situación en la que está Cristina.
El peronismo retoma la negociación electoral en PBA
“Vamos a volver. Y además vamos a volver con más sabiduría, con más unidad, con más fuerza ”. Las palabras de Cristina Kirchner, que se reprodujeron en una Plaza de Mayo colmada, revitalizó a la militancia que llegó a uno de los puntos neurálgicos de la historia argentina y fue receptado por la dirigencia peronista de diversas maneras.
Un mensaje que llega, además, a un mes del cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, el territorio donde se disputarán más de 14 millones de votos en cuestión de meses y en la que la fuerza política gobernante todavía no logra encauzar un acuerdo interno.
"Cristina no va a estar fuera de la cancha, va a seguir conduciendo", remarcó la senadora Anabel Fernández Sagasti, cuadro de La Cámpora y una de las espadas más afiladas de la expresidenta en el Congreso. "Algunos van a fingir nostalgia, pero por lo bajo van a estar contentos porque van a pensar que ahora es su tiempo, y no llegó el tiempo de nadie", agregó, sugerente.
En la misma línea se expresó la también senadora Juliana Di Tullio, al afirmar que Cristina Kirchner "va a seguir conduciendo, no importa dónde la quieran meter presa". Esta idea fue alimentada por otros dirigentes en los días sucesivos, en paralelo a la organización de la marcha que fue, en rigor, una demostración de fuerza política por parte de la exmandataria y su entorno.