El lío que le generó José Luis Espert al Gobierno sigue generando revuelo en pleno proceso electoral. Ahora, tras la renuncia del economista a su candidatura, Javier Milei quiere reimprimir las boletas para sacar la cara de Espert y poner la de Diego Santilli al tope. Los tiempos se agotaron y Alejo Ramos Padilla, tendrá la última palabra.
El Gobierno apeló al Art. 7 del Código Electoral (CE) que reza: “cuando un precandidato o precandidata o un candidato o candidata oficializado u oficializada falleciera, renunciara, se incapacitara permanentemente o fuera inhabilitado por cualquier circunstancia” antes de la realización de las elecciones, será reemplazado “por la persona del mismo género que le sigue en la lista". En este caso, Santilli que ocupa el tercer lugar (detrás de Karen Reichardt), pasaría a la cima. Otra opción que manejan en el universo oficialista es pedirle a la ex Brigada Cola que también decline su candidatura, y en ese caso quedaría el camino allanado para que el chofer de la Santileta encabece la nómina.
Sin embargo, desde la Justicia aclararon que la decisión final la tiene el Juez Electoral, en este caso, Ramos Padilla. Un antecedente recordado es el de Fernando Niembro en 2015, quien debió renunciar a su candidatura cuando le saltó un escándalo de corrupción. En aquella ocasión, no se aplicó el Art 7 del CE, y Cambiemos subió toda la lista, quedando como primera candidata a diputada Silvia Lospennato.
El costo de imprimir de nuevo, otra piedra en el zapato para Milei
Además de los problemas jurídicos y logísticos, La Libertad Avanza enfrenta otro escollo clave en su afán por reimprimir las boletas para limpiarlas de cualquier rastro de Espert: el costo de mandarlas a hacer de nuevo rondaría los 15.000 millones de pesos, cifra que deberá afrontar el Estado.
Al respecto, desde la oposición salieron a exigir que, en caso de proceder, ese dinero salga de las arcas de La Libertad Avanza ya que es un cambio voluntario. En ese sentido, aprovecharon para volver a cuestionar el cambio en el sistema de votación, impuesto por decreto por el presidente Milei: de haber mantenido la boleta partidaria tradicional, la tarea de reimprimir las boletas hubiese corrido pura y exclusivamente por cuenta del partido interesado.
El consultor y analista político Facundo Cruz, de CICAD (Centro de investigación para la calidad democrática), explicó que, en términos legales hay algunas salidas posibles para hacer frente al cambio de candidatos. "Una posible salida -contó- sería que la Alianza LLA ofrezca compensar al Estado por la reimpresión de las BUP en provincia de Buenos Aires descontando del Fondo Partidario Permanente (FPP) que le corresponderá luego de la elección de diputados nacionales en el distrito".
El FPP tiene una parte menor que se reparte a todos los partidos políticos y alianzas por igual, pero el grueso de los recursos se distribuye tomando en cuenta la cantidad de votos alcanzado en la última elección de diputados nacionales.
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